Quizá estuviste destrozado durante semanas, meses o hasta años después de la ruptura.
Puede que incluso te preguntes si alguna vez podrás sanar.
Muchas veces, al enfrentar un gran dolor nos sentimos fuera de nosotros mismos. Decimos cosas horribles que jamás pensamos que diríamos, o hacemos cosas que jamás creímos que podríamos hacer. Todo por culpa del doloroso final entre tú y esa persona.

Pero no te preocupes, no estás solo/a.
Cuando pasas por una ruptura amorosa, los receptores de dolor se activan y envían señales que simulan dolor físico.
Hay estudios científicos que demuestran que el cerebro “lee” las rupturas amorosas como si fueran heridas físicas que no se pueden aliviar con vendajes ni medicinas.

De hecho, el cerebro puede llegar a crear pensamientos intrusivos para mantenernos atrapados en un ciclo de dolor en el que cada pensamiento reabre la herida, lo que le impide sanar y activa tus instintos de supervivencia para sobrellevarlo a como dé lugar. Pero existe una forma de sanar de una ruptura amorosa, sanar tu corazón por completo y dejar de solo sobrevivir para empezar a vivir..

Vishen Lakhiani y Kristina Mand-Lakhiani también recurrieron a este método para separarse sin dejar de ser amigos, compartiendo la crianza de sus hijos.